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La frustración del Emprendedor: Superar Sueños y Mitos

Emprendedor

Introducción

¿Alguna vez has tenido una idea que pensabas que te cambiaría la vida? Personalmente, crecí con ese pensamiento inculcado. Siempre alerta y en busca de esa idea que sería tan revolucionaria e innovadora que rompería todas mis marcas personales. Sin embargo, con los años fui descubriendo que esas “ideas que lo cambian todo” no siempre se presentan con un gran letrero luminoso. A veces surgen de la perseverancia, del ensayo y error y, sobre todo, de la disposición a fallar y aprender en el camino. Fue a partir de esta reflexión que muchos emprendedores hemos empezado nuestra aventura.

Antes de empezar…

Cabe plantearse algunos aspectos antes de hacer cualquier movimiento. Hay algunas preguntas claves en este proceso. ¿Cómo puedo llevar mi idea al mundo real? ¿Qué pasos debo seguir para aumentar mis probabilidades de éxito? ¿Cómo saber si mi idea tiene potencial en el mercado? La verdad es que no hay una respuesta precisa a estas preguntas, cada empresario de éxito adopta su guía y metodología distinta, pero la realidad es que ninguna de ellas te garantizará un resultado. Cada idea, cada proyecto y cada emprendedor tienen su mundo propio que se rige por distintas éticas y metas.

Esto no significa que no haya un rumbo similar para todos estos proyectos que llegan al éxito. El éxito es una meta, pero tenemos muchos caminos y métodos para acceder a él. Un ejemplo fácil sería darles una misma idea a dos empresarios. Uno de ellos tiene un gran capital, mientras el otro no cuenta con él. Todos apostaremos que el primer empresario tiene más probabilidades de éxito que el segundo, pero la única verdad es que solo podemos garantizar que el primero puede llegar antes. El de gran capital se puede permitir ir al destino en avión, pero esto no significa que el otro no pueda llegar en bicicleta. Tan solo quiere decir que requiere de más esfuerzos. En Bitanube, afrontamos a menudo estas dudas con nuestros clientes y proyectos. Sin ir más lejos, recientemente hemos lanzado al público nuestro mayor trabajo hasta la fecha: Zausen.

¿Cómo hemos transformado una idea como Zausen en una realidad?

Cualquier empresa te hablaría de sus productos teniendo en mente 2 respuestas, una “bonita” y otra “no tan bonita”. Veamos esas respuestas y seguro que recordarás momentos en los que las han aplicado contigo:

  • La respuesta bonita es una respuesta decorada con flores (conocido como mentir u ocultar la verdad) en la que se plantea un proyecto como un camino recto y con una inclinación progresiva y agradable. Honestamente, entiendo que la gente quiera pintarlo así: el inocente vería esta opción como la más fácil. ¿Quién no quiere tomar el camino fácil? Pues hay un grupo de gente que no quiere. Y es el grupo de gente que sabe que el camino fácil no lleva a resultados extraordinarios. Este grupo, generalmente, prefiere la siguiente respuesta a la pregunta inicial.
  • La respuesta no tan bonita es aquella que duele aceptar. Las personas no somos fáciles, más bien todo lo contrario. Entonces, ¿por qué deberían serlo nuestros proyectos? Gartner, en su día, proporcionó una representación gráfica de la madurez de las tecnologías, la cual me gusta adaptar a conceptos ajenos a la tecnología. En esta gráfica, la cual está lejos de ser la recta que mencionábamos en el anterior punto, podremos ver el ciclo natural por el que acostumbran a pasar nuestras ideas. Dentro de esta representación hay un “abismo de desilusión”, el cual llega al detectar las dificultades del proyecto. Estas pueden ser el presupuesto, la tecnología a utilizar, la adaptación del mercado, y una larga lista que no parece tener fin.

Cuando empezamos a plantear Zausen, sabíamos que no iba a ser un camino fácil. Por suerte, previamente ya habíamos aprendido que vendrían curvas, altibajos y otras muchas situaciones que nos sacarían de la zona de confort. Este aprendizaje previo nos hizo plantear el proyecto con una perspectiva completamente distinta de lo que habría sido habitual: creer que todo saldrá bien y será un éxito a la primera, puede generar una caída de la cual algunos nunca se levantan. Entender que tener una base sólida y bien hecha en lugar de una rápida y poco eficiente, puede definir el éxito, o el fracaso, de un proyecto.

Convertir tu idea en realidad: pasos clave hacia el éxito

Si quieres transformar tu idea en realidad, aquí tienes un pequeño checklist que puede ayudarte a dar los primeros pasos:

  1. Validación temprana: En ocasiones, detectamos ideas muy buenas en sectores ajenos al nuestro. Hablar con usuarios o clientes potenciales ayuda a afinar la propuesta. Quizás tu idea ya existe, pero no la conocías. Quizás el sector afectado no ve la misma necesidad o interés que ves tú desde fuera. Las posibilidades son infinitas y es por eso que vale la pena validar antes de ejecutar.
  2. Plan de acción: Define hitos claros con fechas alcanzables, evitando extremos: ni demasiado estrictas que afecten tu bienestar, ni tan flexibles que pierdan sentido. Al trabajar en ideas nuevas, surgirán problemas inesperados, por lo que es útil planificar de forma pesimista preguntando: Si todo saliera mal, ¿cuándo debería terminar? Este enfoque considera lo que está bajo tu control, dejando un margen para imprevistos. Si a pesar de esto no se cumplen los plazos, reflexiona: ¿Por qué no se cumplieron los planes? ¿Eran previsibles los problemas? ¿Qué podemos aprender? Estas lecciones no cambiarán el resultado actual, pero serán clave para futuros proyectos.
  3. Recursos y presupuesto: Identifica lo que necesitas y cómo conseguirlo. Desarrollar una idea requiere inversión, por lo que es clave contar con un business plan antes de empezar. Este incluye pasos como la proyección financiera, que detalla ingresos, costos, márgenes y flujo de caja. Si necesitas financiación externa, será esencial para presentar tus previsiones. Sino, te ayudará a planificar tus recursos y tiempos, adaptando el proyecto a tu situación. Por ejemplo, ahorrar durante dos años antes de iniciar podría permitirte desarrollar el proyecto y reducir gastos innecesarios. Una buena planificación optimiza tiempo y recursos.
  4. Equipo y alianzas: Rodéate de personas que complementen tus habilidades y evalúa si encajan como equipo. Ser buenos amigos no garantiza ser buenos socios. Pregúntate: ¿Nos complementamos en este proyecto? Si ambos hacen lo mismo, otras áreas podrían quedar desatendidas. Si cuentas con capital, algunas tareas pueden externalizarse, como la gestión financiera. Asegúrate de contratar empresas recomendadas con experiencia comprobada, en lugar de confiar solo en que cobran por ello. Una buena elección de equipo y socios es clave para el éxito.
  5. Iteración continua: Nadie se sorprenderá si digo que la analítica, hoy en día, es clave. Gracias a ella podemos medir algunos de los valores más importantes de nuestro proyecto. Pero medir no lo es todo, también debemos interpretar esas cifras y gráficas para poder evaluar los resultados y mover el timón en la dirección que deseamos. Este cambio de rumbo en tiempo real implica tiempo y esfuerzos, pero aumenta las posibilidades de éxito de nuestro negocio.

Cuando tu sueño se vuelve negocio

Al final el checklist no ha quedado tan pequeño como pensaba, pero está claro que tampoco quiero que mi negocio se quede pequeño. En Bitanube, seguimos esta filosofía que nos ayuda a superar los mitos del éxito temprano e irreal. De los aspectos mencionados, estos harán tu plan más robusto y te acercará, un poquito más, a tus objetivos. ¿Te atreves a dar el paso?

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